La permeabilidad intestinal: ¿Cómo afecta a tu salud?

Últimamente está muy de moda el concepto de permeabilidad intestinal: ¿a qué nos referimos exactamente?

Antes de empezar y para comprender mejor este artículo, debo explicaros un poco cómo funciona el proceso de la digestión. Este proceso pasa por varias fases con el objetivo final de extraer nutrientes y vitaminas de los alimentos, útiles para el funcionamiento de nuestro organismo.

La digestión es un proceso complejo que empieza en la cavidad oral (en la boca) con el acto de la masticación de los alimentos, luego continúa con el descenso del bolo alimentario por el esófago hasta llegar al estómago donde los jugos gástricos ayudarán a su descomposición; y desde allí realizará un recorrido de aproximadamente unos ocho metros por el intestino delgado y el colon hasta alcanzar el ano.

Los ocho metros de intestino están plegados dentro de nuestra cavidad abdominal como si de una obra de ingeniería se tratara. Los alimentos se van procesando a medida que viajan por los diferentes tramos de este circuito, es decir sufren una serie de procesos químicos que van a favorecer la absorción de sus componentes más beneficiosos, los que nos van a servir como fuente de energía: los nutrientes y las vitaminas. La parte de los alimentos que no podemos digerir se expulsará hacia el exterior en forma de heces, en el tramo final de este proceso.

También es importante señalar que en el mismo momento en que un alimento entra en la boca también lo hace acompañado de otras sustancias como bacterias y toxinas, muchas de las cuales no son buenas para nuestra salud.

Si bien en el proceso inicial de la digestión las secreciones del estómago, el páncreas y la vesícula biliar ayudan a destruir estas sustancias dañinas e impiden la entrada en el interior de nuestro organismo, con sólo esta acción no tenemos suficiente.

Y es aquí donde entra en juego la barrera intestinal:

el verdadero muro de defensa y de contención de nuestro organismo.

¿Qué es la barrera intestinal?

El intestino tiene una arquitectura característica que le permite realizar una de sus funciones más importantes, la función del control del tráfico de sustancias a su través: la denominada barrera intestinal. Se trata de una barrera física y funcional, actúa de forma similar a un colador, dejando pasar sólo las sustancias que son beneficiosas para el organismo e impidiendo la entrada de las más dañinas (incluidos los gérmenes), por lo que se trata de una auténtica línea de defensa.

El intestino está formado por varias capas y cada una de ellas tiene una misión determinada, con el objetivo de reforzar los mecanismos de defensa contra los intrusos externos: ¡Así que se trata de que le pongamos difícil la entrada a los «bichitos»!. 

El principal componente de la barrera intestinal es la capa epitelial: está compuesta por las células del intestino (serían como los ladrillos de la pared) que están unidas entre sí por los complejos de unión (sería el cemento que une a los ladrillos). Por encima de esta capa, existen dos capas más de defensa: la capa de moco protector y la capa de la microbiota (los microorganismos buenos que viven con nosotros y actúan como los soldaditos de defensa).  La última capa de la barrera intestinal es la lámina propia y es aquí donde se encuentran las células inmunitarias, las neuronas intestinales y las células endocrinas que producen sustancias bioactivas que sirven para “ahuyentar” a los intrusos.

En resumen, esta barrera intestinal está compuesta por una capa de células que recubren el intestino unidas estrechamente para formar una barrera semipermeable. Además, estas células también producen moco y sustancias antimicrobianas que ayudan a proteger al intestino de las bacterias y de los virus.

Si esta barrera se debilita o se rompe,

es entonces cuando pueden aparecer las enfermedades

¿Qué es la permeabilidad intestinal?

La permeabilidad intestinal (PI), es una función de la barrera intestinal y se refiere a la capacidad de la pared del intestino para permitir el paso de sustancias a través de ella.

En condiciones normales, el intestino es selectivo en cuanto a las moléculas que puede absorber, lo que significa que sólo permite el paso de nutrientes y otras sustancias beneficiosas para el cuerpo.

Para entenderlo mejor, el intestino sería como una pared con varias puertas de acceso a una fiesta y solo dejaría pasar a los invitados que están en lista, es decir a las sustancias beneficiosas para nuestro organismo.

Sin embargo, en algunas personas, esta pared se debilita (se vuelve más permeable), por lo que permitiría el paso de sustancias y gérmenes no deseados. Y continuando con el ejemplo anterior, esta pared además de las puertas de acceso reglamentarias a la fiesta, tendría agujeros y grietas por donde se colarían los invitados que no son bienvenidos a nuestra fiesta (gérmenes, toxinas, etc). Estos intrusos alcanzarían el torrente sanguíneo y serían los responsables de activar una serie de trastornos y enfermedades que están relacionados principalmente con la inflamación crónica y a la alteración del sistema inmunológico.


El aumento de esta permeabilidad intestinal también se conoce como «síndrome del intestino permeable».

¿Existe evidencia científica real sobre la permeabilidad intestinal?

Y la respuesta es que sí, sobre este tema hay publicados hasta la fecha más de 2000 artículos científicos.
La (PI) se ha estudiado en diversas condiciones y enfermedades, incluyendo la enfermedad celíaca, la enfermedad inflamatoria intestinal y la obesidad, entre otras. Los estudios han utilizado técnicas como la medición de la absorción de macromoléculas, la permeabilidad de la pared intestinal y la utilización de marcadores radiactivos para evaluar la (PI)

La evidencia científica sugiere que la (PI) puede estar relacionada con diversas enfermedades y trastornos, aunque aún se requiere más investigación para comprender completamente la relación entre la (PI) y la salud en general. Y aunque todavía no podemos precisar si el aumento de la (PI) es el factor responsable de la aparición de ciertas enfermedades o si por el contrario, los factores que influyen en la aparición de estas patologías son los que finalmente provocarían una disfución de la permeabilidad intestinal.

¿Cuál es la causa?

El aumento de la (PI) estaría causada por una variedad de factores, entre los que destacan:

  • El estrés crónico
  • La exposición a toxinas ambientales
  • La dieta poco saludable (alimentos hipercalóricos)
  • Toma de alcohol
  • Realización de ejercicio extremo
  • Agunos fármacos: uso excesivo de antibióticos y los antiinflamatorios
  • Las alteraciones de la microbiota

Cuando aumenta la (PI), las toxinas y los microorganismos que han traspasado la barrera intestinal entrarían en el torrente sanguíneo pudiendo causar inflamación y daño en los tejidos, lo que da lugar a una amplia variedad de síntomas y de enfermedades.

¿Qué síntomas provoca?

Algunos de los síntomas más comunes de la permeabilidad intestinal incluyen:

¿Con qué enfermedades y trastornos se relaciona?

También se ha demostrado que la (PI) puede estar relacionada con trastornos autoinmunitarios: la inflamación crónica causada por la (PI) puede desencadenar una respuesta autoinmune en el cuerpo, y daría lugar a enfermedades tanto de origen digestivo como a nivel de otros órganos.

Ejemplos de patologías donde estaría afectada la (PI):

La enfermedad celíaca
La enfermedad inflamatoria intestinal (enfermedad de Crohn)
El lupus
La artritis reumatoide
El Síndrome del intestino irritable
Cánceres: de colon y de esófago
Alergias alimentarias
Dermatitis atópica
El síndrome metabólico

También puede estar relacionada con problemas de la salud mental y neurológicos, como la depresión, la ansiedad y la Enfermedad de Parkinson. Esto se debe a los microorganismos que entran en el torrente sanguíneo a través de una barrera intestinal debilitada y causarían alteraciones en la producción de neurotransmisores (como la serotonina), que están implicados en el estado de ánimo y en la regulación emocional.

¿Tiene tratamiento?

Afortunadamente, existen varias formas de abordar el síndrome del intestino permeable y reducir sus efectos negativos sobre la salud. Está claro que una vez haya aparecido la enfermedad o trastorno que estarían relacionados con una (PI) alterada, debemos tratar esta patología de base. Es decir, en el caso de presentar una enfermedad de Crohn o una enfermedad celíaca, deberemos realizar un tratamiento dirigido para tratar estas enfermedades siempre de la mano de un médico, en este caso del especialista de Aparato Digestivo.

  • Una de las maneras más efectivas para mejorar la barrera intestinal es a través de la dieta. Existen estudios que demuestran que la fibra dietética, las vitaminas como la A y la D, así como otros antioxidantes pueden ayudar a reducir la inflamación en el intestino y mejorar la salud general del sistema digestivo. En cambio, los alimentos que alteran la (PI) y que deberíamos reducir son: los alimentos procesados, algunos aditivos alimentarios, la grasa, el alcohol y cafeína.
  • También existe evidencia científica sobre la toma de suplementos probióticos y prebióticos específicos que nos ayudarían a mejorar la función de esta barrera
  • La práctica de ejercicio físico regular.

Por otro lado, se recomienda evitar otras condiciones y situaciones que podrían perjudicar a la (PI) como:

el estrés crónico, las infecciones y el uso prolongado de antibióticos.


En conclusión, la permeabilidad intestinal es un factor clave para la salud en general y su disfunción puede acarrear efectos negativos tanto sobre la salud física como sobre la mental. Para mantener una barrera intestinal fuerte y una respuesta inmunológica equilibrada, es importante llevar una dieta saludable, controlar el estrés y evitar los factores que contribuyen a debilitarla. La atención a la permeabilidad intestinal puede ser un paso importante para prevenir enfermedades crónicas y mejorar la salud general.

Si experimentas algún síntoma que te haga sospechar que puedas padecer un síndrome del intestino permeable, es importante consultar con un médico especialista que te pueda ayudar a aclarar el diagnóstico y te pueda ofrecer un plan de tratamiento personalizado.

Adoptar hábitos alimentarios saludables y un estilo de vida equilibrado, nos pueden ayudar a prevenir y tratar el síndrome del intestino permeable. ¡El objetivo es disfrutar de una mejor salud en general!.

¡Si necesitas que valore tu caso, puedes agendar cita conmigo en Fortaleza digestiva!