¿Sabes cuál es la diferencia entre una intolerancia y una alergia alimentaria?

Doctora, no sé ¿cuál es la diferencia entre una intolerancia y una alergia alimentaria?

Es un tema que os preocupa y por el que me preguntáis a menudo en la consulta.

¿Has detectado que un alimento no te sienta bien,

pero no sabes por qué?

Para empezar debo aclarar que una intolerancia alimentaria es un trastorno muy diferente al de una alergia alimentaria. Por ejemplo, la alergia a la leche es una patología diferente al de la intolerancia a la leche (a la lactosa).

Si bien en ambos trastornos pueden aparecer molestias digestivas tras ingerir el alimento en cuestión, existen diferencias importantes y vamos a tratar de aclararlas en este post, así que si estás interesado/a en el tema te animo a seguir leyendo!

Diferencias entre intolerancia y alergia alimentaria según:

Vamos a analizar por apartados las diferencias que existen entre ambas patologías en función de la frecuencia, síntomas, gravedad, causa, diagnóstico, tratamiento y finalmente te ayudo a decidir con que especialista debes consultar en función de los síntomas

Frecuencia: Las intolerancias alimentarias son entre cinco y diez veces más frecuentes que las alergias alimentarias. Las intolerancias más frecuentes son a la lactosa, a la fructosa, al sorbitol y al gluten o también denominada sensibilidad al gluten no celíaca. Las intolerancias pueden afectar hasta un 50% de la población española. Por contra, las alergias alimentarias son menos frecuentes y las padecen menos personas. Las alergias más habituales son a los frutos secos, mariscos, huevo, gluten, soja, pescado, leche, entre otras.

Síntomas
: Una intolerancia alimentaria suele provocar pesadez de estómago, hinchazón abdominal, gases, flatulencia y en ocasiones diarrea. En la alergia alimentaria también pueden aparecer síntomas digestivos como son la hinchazón de barriga o la diarrea, pero además se suelen acompañar de otros síntomas más frecuentes como los que afectan a la piel, a las mucosas y a la respiración. La afectación de la piel suele ser en forma de picores y de aparición de lesiones como la urticaria (ronchas) o de eccemas. Las mucosas se afectan en forma de picor de garganta y de hinchazón de labios. En situaciones de alergia graves, puede afectarse el aparato respiratorio en forma de una inflamación que conduce a la aparición de una tos irritativa e incluso podría aparecer una dificultad en la respiración y ahogo por cierre de la vía respiratoria.

Gravedad: La alergia alimentaria es una enfermedad más grave que la intolerancia y en ocasiones puede conducir a la muerte de la persona. En este caso, la ingesta del alimento alérgeno provoca una reacción en el organismo denominada shock anafiláctico, en la que aparece una urticaria muy fuerte, dificultad para respirar, bajada de la tensión arterial y finalmente una pérdida de conocimiento.

Causa:
La alergia alimentaria se produce por una reacción inmunológica, normalmente cuando nuestro sistema inmune entra en contacto con el alérgeno del alimento. Esta reacción se puede desencadenar, aunque hayamos ingerido una pequeña cantidad de alimento. En cambio, la intolerancia alimentaria se suele producir por el déficit de una enzima que está implicada en la digestión de un azúcar del alimento. En este caso, si ingerimos una pequeña cantidad es muy posible que no tengamos ningún síntoma. Por tanto, a más cantidad de alimento al que somos intolerantes, más probabilidad de tener más síntomas.

Diagnóstico: Las alergias alimentarias se diagnostican mediante pruebas que se realizan en la piel (prick test cutáneo) y por análisis sanguíneo. Por el contrario, la mayoría de las intolerancias se diagnostican mediante pruebas de aliento espirado. Los tests genéticos y el estudio de la microbiota nos ayudarían a sospecharlas.

Tratamiento: En los dos casos se debe excluir el alimento de la dieta.

Para la intolerancia alimentaria, se dispone de medicación en forma de enzimas digestivas sustitutivas que pueden ir bien en caso de toma de alimentos a los que somos intolerantes.

En cuanto a la alergia alimentaria, habitualmente a las personas afectas se les recomienda llevar consigo un medicamento antialérgico. Entre estos, el más frecuente es la adrenalina en forma de autoinyectable que debería estar a mano en caso de ingesta por error de un alimento al que se es alérgico y aparición de un cuadro de alergia grave o de un shock anafiláctico. También, a ser posible sobre todo en niños, se aconseja llevar una medalla identificativa con el tipo de alergia.

Especialista al que acudir: En caso de sospecha de una intolerancia alimentaria el especialista que más sabe del tema es gastroenterólogo (o médico especialista en aparato digestivo), mientras que en la alergia alimentaria debemos consultar con un especialista en Alergología

En resumen, podríamos decir que una alergia grave puede llevar a la muerte, mientras que una intolerancia no mata pero sí fastidia y puede llegar a ser muy molesta.

Espero que os haya sido de utilidad!