¿Qué es el colon irritable?
El síndrome del intestino irritable (SII) o más conocido como colon irritable, es un trastorno crónico del funcionamiento del intestino que puede llegar a afectar hasta un 15% de la población de nuestro país. Aunque se trata de un proceso benigno, para algunas personas se comporta de modo parecido a una enfermedad «maligna» dado que les afecta de lleno en su calidad de vida y en ocasiones puede resultar incapacitante.
Algunos pacientes me explican que han tenido que disminuir sus relaciones sociales llegando en algún caso a quedar aislados, ya no quedan con amistades, tienen miedo a comer fuera de casa, a ir al gimnasio, en definitiva, este trastorno les limita la vida.
Sabías que el síndrome del intestino irritable:
Es una de las diez enfermedades más difíciles de diagnosticar: la media en el diagnóstico puede tardar de 1 a 5 años
Muchos pacientes peregrinan de un médico a otro buscando respuestas. Habitualmente me cuentan que están cansados de toparse una y otra vez con la misma explicación:
Doctor/a: “Todas las pruebas salen bien, no tiene nada”
Paciente: “Doctor/a, ¿entonces por qué me sigo encontrando mal?»
Si hasta aquí te parece interesante te animo a seguir leyendo y quiero ayudarte a ¡resolver unas cuantas preguntas frecuentes!
¿Cuál es la causa?
El SII es un tipo de trastorno funcional digestivo de causa multifactorial, es decir, no es debido a una sola causa, sino que se debe a una serie de factores. Entre estos se encuentra el trastorno de la motilidad intestinal (alteración del movimiento del intestino), la hipersensibilidad visceral (el cómo se percibe el dolor). Y, por último, las alteraciones del microbiota intestinal y el fenómeno de micro inflamación de la pared del intestino explicarían la afectación del eje microbiota-intestino-cerebro. Sabemos que determinadas alteraciones en el microbiota están asociadas con cambios en la permeabilidad intestinal, la microestructura cerebral, las actividades neuronales y con el estado de ánimo. Es decir, todos los cambios de funcionamiento que sufre el intestino son informados al cerebro a través de una vía de comunicación directa (por los sistemas nervioso entérico, endocrino e inmunitario) y a la inversa, el cerebro devuelve la información al intestino utilizando la misma vía o camino. De este modo se explicarían las alteraciones psicológicas y los cambios en el estado de ánimo que sufren muchos de los pacientes.
¿Cuáles son sus síntomas?
Los síntomas del colon irritable son muy variados y pueden ser cambiantes con el paso del tiempo dentro de un mismo paciente. Hay que aclarar que esta enfermedad no produce ninguna lesión visible en el intestino, por lo que no va a existir un sangrado intestinal, ni tampoco aumenta el riesgo de padecer un cáncer de colon.
Los síntomas más habituales son los siguientes:
- Diarrea
- Estreñimiento
- Diarrea alternada con estreñimiento
- Dolor abdominal
- Distensión abdominal
- Meteorismo (gases)
¿Cómo se diagnostica?
El diagnóstico del colon irritable no es tarea fácil, dado que no se dispone de una única prueba diagnóstica que avale este trastorno. Habitualmente el diagnóstico se basa en:
1- Criterios clínicos: se tienen en cuenta una serie de síntomas y su frecuencia en el tiempo
2- Por descarte de otras patologías: cuando todas las pruebas realizadas, como por ejemplo un análisis sanguíneo, un estudio de heces o una colonoscopia nos descartan una enfermedad orgánica, es decir, cuando se descarta una lesión anatómica o una alteración bioquímica claramente identificable.
De forma reciente se está investigando cual es el papel de la microbiota intestinal en este trastorno y de qué manera se vería afectada en esta patología. Gracias a comprender mejor el microbioma en el SII, se ha logrado desarrollar una prueba diagnóstica basada en el estudio de la microbiota intestinal específica para el SII. De momento, esta sería la única prueba que nos ofrecería un diagnóstico en positivo, es decir, es capaz de detectar las alteraciones de la microbiota que más características en los pacientes que sufren un SII y esto nos permitiría emitir un diagnóstico con bastante certeza.
¿Cuál es el tratamiento?
Por desgracia, hoy en día no existe un tratamiento curativo; y éste se centra básicamente en mejorar los síntomas para que el paciente pueda vivir con la mayor normalidad posible.
Cuando los síntomas son leves muchas veces se pueden controlar reduciendo el nivel de estrés e intentando mejorar los hábitos de vida
Estos son los diferentes tipos de tratamiento para el SII interviniendo en las siguientes esferas:
- Dieta colon irritable: Es una de las preguntas qué realizáis de forma frecuente: ¿qué alimentos no van bien para el SII? ¿Hay algún tipo de dieta recomendada? No existe una dieta de tipo general para todos los pacientes con SII, dado que tampoco los síntomas son iguales, existen pacientes con diarrea, otros con estreñimiento y otros con diarrea y estreñimiento alternados, etc. Se ha demostrado en ensayos clínicos que una dieta baja en FODMAP (Oligosacáridos fermentables, Disacáridos, Monosacáridos y Polioles) podría ser beneficiosa en algún subtipo de pacientes, pero su eficacia a largo plazo es discutida y puede conllevar a déficits nutricionales por lo que se recomienda realizar durante cortos periodos de tiempo. Los FODMAP se encuentran en determinados granos, vegetales, frutas y productos lácteos.
Mi recomendación sería:
Mantener una dieta variada y equilibrada, evitar restricciones importantes y solo retirar aquellos alimentos que sepamos que realmente no nos sientan bien.
- Hábitos de vida: Pueden ser beneficiosos algunos cambios en la dieta y en el estilo de vida, como: Realizar comidas frecuentes y en pocas cantidades, evitar de manera controlada alimentos grasos, cafeína, alcohol y picantes, beber abundantes líquidos, realizar ejercicio de forma regular, dormir las horas suficientes
- Fármacos: Las terapias más habituales van dirigidas al control de los síntomas como tratamiento para el dolor y la hinchazón abdominal, para la diarrea, para el estreñimiento, etc. Pero en algunos casos también pueden ser útiles algunos tipos de antibióticos, antidepresivos y ansiolíticos.
- Probióticos: Algunas cepas específicas de probióticos han demostrado ser útiles en algunos tipos de SII
- Terapia de relajación: yoga, meditación
- Psicoterapia
- Terapia cognitivo-conductual
¿Tengo algún riesgo de sufrir un SII?
Si tienes menos de 50 años y eres mujer, entonces tienes más riesgo de sufrir un colon irritable (SII) pero este no es el único factor, existen muchos otros como:
- Lugar de residencia: Más riesgo si vives en Europa o Norteamérica
- Padecer enfermedades como: fibromialgia, el síndrome de fatiga crónica, migraña, cefalea tensional, dispareunia y el dolor pélvico crónico.
- Tener antecedentes familiares: Sí, esta enfermedad se puede heredar
- Tener antecedente de infección gastrointestinal: normalmente por intoxicación alimentaria
- Estar diagnosticado/a de ansiedad, depresión o estrés: son dos caras de la misma moneda, existe una conexión entre el cerebro y el intestino (eje cerebro – intestino). Así que una persona con un (SII) tiene más riesgo de padecer una depresión y alguien diagnosticado de depresión tendría más riesgo de sufrir un (SII).
En conclusión:
El síndrome del intestino irritable continúa siendo todo un desafío diagnóstico y todo un reto terapéutico tanto para los científicos, los médicos como para los pacientes. La clave está en realizar un abordaje adecuado de esta patología y saber transmitir la información de forma clara al paciente. Ante una enfermedad tan difícil como esta, es de vital importancia que exista una buena relación médico-paciente que pueda hacer comprender este tipo de trastorno. En estos últimos años se han realizado varias investigaciones que hablan sobre las causas de esta patología, pudiendo demostrar que las alteraciones en la microbiota intestinal jugarían un papel clave. Estos nuevos avances van camino de mejorar las pruebas diagnósticas y de poder encontrar un tratamiento más específico y adecuado para cada uno de los diferentes tipos de SII. En definitiva, el objetivo final es conseguir la mejoría de los pacientes.