Todo sobre el estreñimiento

El estreñimiento es un trastorno digestivo que afecta a millones de personas en todo el mundo. Aunque muchas veces no se trate de un trastorno grave, puede afectar a la calidad de vida y condicionar nuestra manera de vivir. Algunos pacientes me explican que el estreñimiento les provoca cambios de humor, están más irritables, cansados e incluso les limita la vida social.

Pero ¿Qué es realmente el estreñimiento?

El estreñimiento consiste en:

La dificultad persistente para evacuar, caracterizada por movimientos intestinales poco frecuentes (menos de tres veces por semana), heces duras o secas, y sensación de evacuación incompleta.

Ahora ya conoces la definición de estreñimiento, pero al igual estás interesado/a en saber más: ¿Qué lo causa realmente? ¿Cómo se diagnostica y, más importante todavía, ¿Cómo se puede prevenir y tratar?

¡En este artículo te cuento cada uno de estos aspectos y más!

Causas del estreñimiento

El estreñimiento puede deberse a múltiples factores, que van desde alteraciones en los hábitos de vida hasta enfermedades asociadas con el estreñimiento. Vamos a dividir estos factores en 2 grandes grupos:

A) ALTERACIONES EN LOS HÁBITOS DE VIDA:

Es una de las causas más frecuentes de estreñimiento y, suele ser temporal si conseguimos revertir los factores que lo provocan. Algunos ejemplos son:

  • Dieta baja en fibra: La fibra es importante para mantener un tránsito intestinal correcto. Una dieta rica en alimentos procesados y pobre en frutas, verduras y cereales integrales suele ser un factor precipitante.
  • Hidratación insuficiente: El agua es fundamental para ablandar las heces y facilitar su eliminación. La deshidratación puede endurecer las heces, haciendo que su expulsión sea más difícil.
  • Falta de actividad física: Un estilo de vida sedentario puede enlentecer el movimiento intestinal.
  • Uso de medicamentos: Algunos medicamentos, como analgésicos opiáceos, antidepresivos y antihistamínicos, pueden causar estreñimiento como efecto secundario.
  • Estrés y cambios en la rutina: Factores psicológicos, como el estrés o los cambios en las rutinas habituales, pueden alterar el hábito intestinal.

B) ENFERMEDADES Y TRASTORNOS ASOCIADOS AL ESTREÑIMIENTO:

El estreñimiento puede ser un síntoma de algunas enfermedades de origen digestivo y también de muchas otras que se producen fuera del aparato digestivo. Entre las más comunes se encuentran:

  • Síndrome del intestino irritable (SII): Es un trastorno digestivo crónico caracterizado por dolor abdominal y alteraciones en el hábito intestinal. Algunas modalidades de SII incluyen episodios de estreñimiento.
  • Diverticulosis: Es un trastorno relacionado con los divertículos del intestino. Los divertículos son pequeñas hernias que se encuentran localizadas mayoritariamente en el colon. Se asocian de forma frecuente con dolor abdominal y, en muchos casos, con estreñimiento.
  • Hipotiroidismo: La disminución en la actividad de la glándula tiroides puede enlentecer el metabolismo y, en consecuencia, el tránsito intestinal.
  • Enfermedades neurológicas: Afecciones como la enfermedad de Parkinson, esclerosis múltiple o lesiones de la médula espinal pueden interferir con la motilidad intestinal.
  • Diabetes mellitus: Los niveles altos de glucosa en sangre pueden dañar los nervios que controlan el intestino, causando estreñimiento crónico.
  • Cáncer colorrectal: En este caso el estreñimiento puede ser un síntoma inicial de obstrucción parcial causada por un tumor en el colon o recto.
  • Hemorroides y fisuras anales: Estas condiciones pueden causar dolor durante la evacuación, que conducen a una inhibición voluntaria de la defecación, agravando así el estreñimiento.
  • Enfermedades que provocan obstrucción intestinal: Enfermedad de Crohn, adherencias de intestino, hernias y tumores del intestino delgado.
  • Trastornos psicológicos: Ansiedad, depresión y trastornos alimentarios también pueden influir en la aparición de estreñimiento.
  • Trastornos defecatorios: Están relacionados con dificultades de la expulsión anal.

¿Cómo se diagnostica?

El diagnóstico del estreñimiento comienza con una historia clínica detallada y un examen físico. Para su diagnostico se tienen en cuenta la frecuencia de las deposiciones, la consistencia de las heces y la presencia de otros síntomas, como el dolor abdominal o el sangrado digestivo.

El estreñimiento se diagnostica por los síntomas, es decir por la dificultad persistente para evacuar (menos de 3 veces por semana), heces duras o secas y sensación de evacuación incompleta, que en muchas ocasiones obliga a la extracción digital por parte del paciente.

Es importante diferenciar el estreñimiento agudo del crónico:

  • Estreñimiento agudo: Este tipo aparece de forma repentina y generalmente es de corta duración. Suele estar relacionado con cambios temporales en la dieta, viajes, episodios de estrés o enfermedades agudas. Suele resolverse con medidas simples, como ajustes en la dieta o hidratación.
  • Estreñimiento crónico: Este se define como la dificultad persistente para evacuar durante al menos tres meses. Suele estar relacionado con hábitos de vida inadecuados, y también con algunos trastornos digestivos crónicos como el síndrome del intestino irritable, entre otras enfermedades, tal y como hemos visto en el apartado anterior. Su manejo requiere un enfoque integral que combine cambios en el estilo de vida, tratamiento médico y, en ocasiones, tratamientos específicos.

Aunque para el diagnóstico de estreñimiento sólo bastan los criterios clínicos, en algunos casos son necesarias pruebas adicionales para identificar su causa o descartar complicaciones:

  1. 1. Análisis de sangre: Para detectar trastornos metabólicos como el hipotiroidismo, diabetes o niveles anormales de calcio.
  2. 2. Estudios de radiología: Una radiografía abdominal simple puede mostrar la acumulación de heces y es ideal para descartar una obstrucción intestinal.
  3. 3. Colonoscopia: Es útil para descartar patologías relacionadas con el estreñimiento como la diverticulosis, hemorroides, pólipos y el cáncer de colon.
  4. 4. Estudios funcionales: La manometría anorrectal y los estudios de tránsito colónico evalúan la función muscular y el tiempo de tránsito intestinal, respectivamente.
  5. 5. Pruebas de intolerancia alimentaria: Si se sospecha que ciertos alimentos están contribuyendo al problema.

Prevención del estreñimiento

La prevención del estreñimiento se basa en seguir unos hábitos de vida saludables que faciliten el tránsito intestinal. Algunos tips que te pueden ayudar son:

  • Aumentar la ingesta de fibra: Consumir entre 25 y 30 gramos de fibra al día, en forma de frutas, verduras, legumbres y cereales integrales.
  • Mantenerse hidratado: Beber al menos 2 litros de agua al día ayuda a mantener las heces blandas y mejora la evacuación.
  • Ejercicio regular: Actividades como caminar, correr o practicar yoga estimulan el movimiento intestinal.
  • Establecer una rutina: Intentar evacuar a la misma hora todos los días puede ayudar a entrenar al intestino; ¡al fin y al cabo también es un músculo!
  • Evitar el uso excesivo de laxantes: Aunque pueden ser útiles a corto plazo, el uso prolongado de ciertos tipos de purgantes puede generar dependencia y empeorar el problema.

Tratamiento del estreñimiento

El tratamiento del estreñimiento depende de su causa y severidad. Puede incluir desde cambios en el estilo de vida hasta tratamientos médicos.

  • Modificaciones en la dieta y estilo de vida: Tal y como hemos visto en el apartado anterior, en muchos casos, si aumentamos el consumo de fibra, la ingesta de líquidos y realizamos ejercicio de forma regular sería suficiente para aliviar los síntomas.
  • Modificación postural: Posición en cuclillas en el momento de ir a evacuar, con ayuda de un taburete. Consiste en colocar el cuerpo inclinado hacia delante, de manera que el tronco forme un ángulo de unos 35 grados sobre la cadera, y apoyar los pies sobre un taburete colocado frente al inodoro. Su objetivo es ayudar a adoptar una posición de cuclillas durante la defecación, una postura más natural que, según estudios, facilita el vaciamiento del colon y reduce el esfuerzo.
    ¿Cómo funciona?
    Tus rodillas quedan elevadas en relación con las caderas, simulando una posición de cuclillas. Esto ayuda a relajar el músculo puborrectal (un músculo que mantiene parcialmente cerrada la salida del recto en posición sentada), permitiendo que las heces pasen con mayor facilidad.
    Beneficios potenciales:
    Alivio del estreñimiento: Facilita evacuaciones más rápidas y completas.
    Prevención de hemorroides: Al reducir el esfuerzo necesario durante la defecación.
    Mejora del vaciado intestinal: Puede ayudar a reducir la sensación de evacuación incompleta.
    Eficiencia en el tiempo: Reduce el tiempo que se pasa en el inodoro.
    ¿Es adecuado para todos?
    No sería necesario para las personas que ya tienen evacuaciones regulares y sin esfuerzo. Sin embargo, para quienes sufren de estreñimiento crónico, hemorroides o sienten que no evacuan completamente, puede ser una herramienta útil y sencilla.
  • Laxantes y reguladores intestinales:
  1. 1. Formadores de masa: Como el plantago ovata, su función es aumentar el volumen de las heces.
  2. 2. Osmóticos: Como la lactulosa o el macrogol, que atraen el agua hacia el colon.
  3. 3. Estimulantes: Como el bisacodilo, que incrementa las contracciones intestinales.

  • Probióticos: Los suplementos con algunas cepas específicas de bacterias pueden mejorar el equilibrio de la microbiota intestinal y favorecer el tránsito intestinal.
  • Terapias médicas: En algunos tipos de estreñimiento la terapia de biofeedback puede ayudar a mejorar la coordinación muscular.

Signos de alarma para consultar con el médico:

Aunque el estreñimiento puede ser un problema benigno, si presentaras ciertos síntomas sería importante solicitar atención médica inmediata. Estos incluyen:

  • Sangrado rectal: La presencia de sangre en las heces o en el papel higiénico puede indicar hemorroides, fisuras anales o condiciones más graves como el cáncer colorrectal.
  • Dolor abdominal intenso: Especialmente si se acompaña de vómitos o hinchazón importante, podría sugerir una obstrucción intestinal.
  • Pérdida de peso inexplicada: Esto podría ser un signo de una enfermedad grave, como el cáncer o enfermedades inflamatorias crónicas del intestino.
  • Cambios recientes en el hábito intestinal: La aparición de estreñimiento de forma abrupta.
  • Heces muy delgadas o en forma de cinta: Este hallazgo podría sugerir una obstrucción parcial o estrechamiento del colon.
  • Fiebre o malestar general asociado al estreñimiento: Estos síntomas pueden indicar infección o presencia de inflamación.

Conclusiones:

El estreñimiento es un trastorno común y, en muchos casos, subestimado. Comprender sus causas y adoptar hábitos de vida saludables puede ser la solución para prevenirlo y evitar la necesidad de pruebas invasivas. No obstante, si los síntomas persisten o aparecen signos de alarma como pérdida de peso inexplicada o sangrado rectal, es imprescindible buscar atención médica para un diagnóstico adecuado.

¡Cuida de tu salud digestiva! ¡Es invertir en tu bienestar y calidad de vida!