La barriga hinchada, la hinchazón abdominal, o también conocida como distensión abdominal, son términos utilizados de forma habitual para describir esta sensación molesta que muchas personas experimentan en algún momento de su vida. Se describe como una sensación de pesadez, plenitud o incluso de «vientre inflado», y puede ir acompañada de un aumento visible del volumen abdominal.
La epidemia del siglo XXI
Este problema se ha convertido en una auténtica epidemia del siglo XXI. Según estudios recientes, hasta un 30% de la población lo padece de manera crónica, y la gran mayoría de las personas lo han sufrido en algún momento. Su aumento en las últimas décadas está relacionado con los cambios en los hábitos de vida, incluyendo:
- Estrés crónico y ansiedad.
- Sedentarismo.
- Consumo excesivo de alimentos ultraprocesados y precocinados.
- Uso frecuente de antibióticos y otros medicamentos que afectan la microbiota intestinal.
- Malos hábitos alimenticios, como comer rápido o en exceso.
La hinchazón abdominal afecta con mayor frecuencia a mujeres jóvenes, y muchas pacientes reportan que su abdomen se hincha a lo largo del día, causando molestias e incluso alteraciones estéticas. Algunas mencionan que deben desabrocharse el pantalón, optar por ropa holgada e incluso han recibido preguntas sobre si están embarazadas.
Si te sientes identificado/a con esto, sigue leyendo para conocer más sobre sus causas y soluciones.
Cuáles son las causas de la hinchazón abdominal?
Las razones por las que el abdomen puede hincharse son diversas y pueden involucrar diferentes sistemas del cuerpo.
- Obesidad: El exceso de grasa en el abdomen puede generar una sensación de hinchazón permanente.
- Tumores abdominales: Aunque menos frecuente, los tumores pueden causar distensión abdominal.
- Ascitis: Acumulación de líquido en la cavidad abdominal, que suele asociarse a enfermedades hepáticas.
- Estreñimiento: La acumulación de heces en el colon provoca distensión y sensación de pesadez.
- Hipersensibilidad visceral: Se trata de una mayor percepción del volumen intestinal por parte del sistema nervioso.
- Disinergia abdomino-frénica: Alteración en la coordinación de los músculos del abdomen y el diafragma.
Sin embargo, una de las causas más comunes de hinchazón abdominal es el exceso de gases intestinales, que se produce por diferentes mecanismos.
Qué mecanismos favorecen el exceso de gas en el intestino?
El gas intestinal puede acumularse debido a dos mecanismos principales:
1- Exceso de Entrada de Aire al Tubo Digestivo:
Este mecanismo, conocido como aerofagia, ocurre cuando tragamos demasiado aire mientras comemos, bebemos o realizamos ciertas actividades. Algunas causas comunes son:
- Comer rápido y sin masticar bien.
- Beber con pajita o sorber líquidos.
- Fumar.
- Consumir bebidas con gas.
- Estrés y ansiedad, que pueden hacer que respiremos rápido y traguemos más aire.
- Mascar chicle o chupar caramelos.
- Uso de prótesis dentales mal ajustadas.
- Tratamiento con oxígeno a largo plazo.
2- Por producción o generación de los gases de forma interna: El gas también puede generarse en el intestino debido a la fermentación de ciertos alimentos o por alteraciones en la microbiota intestinal. Algunas de las condiciones que favorecen su acumulación son:
- Intolerancias alimentarias, como la intolerancia a la lactosa o fructosa.
- Síndrome del Intestino Irritable (SII).
- Estreñimiento crónico, que prolonga la fermentación de los residuos alimentarios.
- Enfermedad celíaca, que genera inflamación y disbiosis intestinal.
- Consumo de alimentos flatulentos, como legumbres, cebolla, brócoli, coliflor y ciertas frutas.
- Sobrecrecimiento bacteriano del intestino delgado (SIBO), que altera la fermentación y el metabolismo de los gases.
Tratamiento y prevención
Diagnóstico correcto
Antes de iniciar un tratamiento, es fundamental realizar un diagnóstico adecuado para identificar la causa subyacente. En algunos casos, será necesario realizar pruebas como:
- Analíticas de sangre para detectar inflamación o intolerancias alimentarias.
- Pruebas de aliento para evaluar sobrecrecimiento bacteriano o mala absorción de azúcares.
- Estudios de imagen (ecografía, TAC) en casos sospechosos de patologías estructurales.
- El estudio de la microbiota intestinal puede ayudarnos a descartar desequilibrios de las bacterias del intestino y a realizar un plan personalizado de tratamiento, consulta Mis tests
Tratamiento general
Independientemente de la causa, existen estrategias que pueden ayudar a reducir la hinchazón:
- Evitar el estrés y la ansiedad, mediante técnicas de relajación como la respiración diafragmática, el yoga o la meditación.
- Eliminar hábitos perjudiciales, como fumar, mascar chicle y consumir bebidas carbonatadas.
- Realizar ejercicio físico regularmente, para mejorar el tránsito intestinal y reducir la retención de gases.
- Seguir una dieta equilibrada, basada en alimentos frescos y evitando ultraprocesados.
- Identificar intolerancias alimentarias, con ayuda de un profesional de la salud.
Alimentos que favorecen los gases:
No hay alimentos «prohibidos», pero algunos pueden aumentar la producción de gases. Se recomienda evitar su consumo en exceso o combinaciones que puedan ser problemáticas:
- Verduras crudas, como lechuga o repollo.
- Cereales integrales, que contienen fibra fermentable.
- Frutas como melón y sandía, que pueden causar fermentación en algunas personas.
- Legumbres y crucíferas, como lentejas, garbanzos, coliflor y brócoli.
Cuándo debo consultar con el médico?
Si la hinchazón abdominal es frecuente o se acompaña de otros síntomas, es importante acudir al médico. Consulta si presentas:
- Dolor abdominal persistente.
- Diarrea o estreñimiento crónico.
- Náuseas o vómitos recurrentes.
- Pérdida de peso inexplicada.
- Sangre en las heces.
Conclusión:
La hinchazón abdominal es un problema frecuente, pero con un enfoque adecuado puede manejarse y prevenirse. Adoptar hábitos saludables, identificar la causa subyacente y consultar con un médico cuando sea necesario es clave para mejorar la calidad de vida.